Translate

domingo, 1 de septiembre de 2013

Comercio (Julio Cortazar)


Los famas habían puesto una fábrica ded mangueras, y emplearon
a numerosos cronopios para el enrollamiento y depósito. Apenas
los cronopios estuvieron en el lugar del hecho,una grandísisma
alegría. Había mangueras verdes, rojas, azules, amarillas y
violetas. Eran transparentes y al ensayarlas se veía correr el
agua con todas sus burbujas y a veces un sorpredido insecto. Los
cronopios empezaron a largar grandes gritos, y querían bailar
treguay bailar catana en vez de trabajar. Los famas se
enfurecieron y aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del
reglamento interno. A fin de evitar tales hechos.
Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron
circunstancias favorables y cargaron muchísimas mangueras en un
camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de
manguera azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar la
manguera. Así en todas las esquinas se vieron nacer hermosísimas
burbujas azukes transparentes, con una niña adentro que parecía
una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a
quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo que los
astutos cronopios las habían pinchado de modo que el agua se
hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al final los padres
se cansaban y la niña se iba a la esquina y saltaba y saltaba.
Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos
monumentos, y con las mangueras verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las esperanzas les reprochaban su acción diciendo así:
-Crueles cronopios cruentos. ¡Crueles!
Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las
ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja.
Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más
intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras
rojas.
Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de
discursos fúnebres y camareros que servían el pescado en medio
de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y
solamente las esperanzas que no habían caído en las trampas del
rosedal, porque las otras se habían quedado con pedazos de
manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario